¿El nuevo sistema de Justicia Penal (juicios orales), esta dejando libres a los criminales?

Que tal amigos, el trabajo y los vaivenes de la vida me mantuvieron lejos de este humilde espacio, una disculpa!

¡Los criminales están saliendo más fácil de la cárcel por culpa de los juicios orales!

Sea como afirmación, o como pregunta, esta es una idea que escucho seguido en diferentes platicas, en la mesa de al lado mientras degusto un buen café, en las reuniones familiares, en los pasillos de los mismos juzgados, vaya incluso en algunas ocasiones lo he escuchado de voz de colegas que aún no se adentran en las delicias del nuevo sistema.

Permiteme decirte, el sistema penal acusatorio, o los juicios orales, como se le conoce comúnmente, no es el culpable de que algunos criminales estén libres apenas algunas horas después de su detención.

Entonces, ¿Qué es lo que esta pasando?

Lo que pasa es que nadie tomo la responsabilidad de explicarle al ciudadano común, en que consiste el nuevo sistema de justicia en México. Cual es el nuevo espíritu del proceso penal, y debo decirles, a muchos jueces y ministerios públicos al parecer tampoco se los explicaron, jejeje!

Te platico, el nuevo sistema se trata de darle al ciudadano común, nuevas oportunidades, no sólo para emendar sus errores, sino también, para ser tratado de manera más justa POR LA JUSTICIA! ¿Que dijo? Bueno, resulta que en el anterior sistema, denominado INQUISITIVO, aunque nominalmente se reconocía el derecho de toda persona a ser tratada como inocente, hasta que no se demostrara su culpabilidad, los dados estaban cargados, la forma de conducir las investigaciones dejaban en desventaja a cualquier persona que estuviera acusada de cometer un crimen, la presunción de inocencia era violentada constantemente, de manera sistemática.

Esa situación cambio con la reforma constitucional del año 2008, que elevo los derechos humanos a rango constitucional y reforzó precisamente el derecho de todo individuo a tener una defensa adecuada y un juicio justo en el que tiene las mismas oportunidades para su defensa que tiene el estado y los ofendidos para acusarlo.

¿Eso que significa?

Bueno, significa, que muchas personas inocentes, ya tienen la oportunidad de enfrentar los procesos en que han sido falsamente acusados, desde su casa, sin abandonar familia y trabajo.

No sólo eso, con el nuevo sistema se acabaron los abogados huizacheros, ya no más, coyotes, ahora, sólo abogados titulados y con capacidades técnicas adecuadas, pueden litigar la materia penal. Es decir, aún contando con titulo, el Juez esta obligado

a vigilar que la actuación de los abogados defensores, sea adecuada y no deje indefenso al acusado (imputado), por falta de conocimientos legales suficientes.

Ahora bien, regresando a la pregunta inicial, no es que el sistema penal acusatorio no este funcionando, no por sí mismo, al menos. Lo que esta pasando, es que así como el sistema exige que los abogados defensores, sean realmente profesionales, también se requiere que los ministerios públicos y los aparatos de las fiscalías, cumplan con su función de manera sería y hagan bien su trabajo.

La cuestión fundamental de que los ministerios públicos no cumplan con su función, estriba, en que, si la persona detenida, no esta enfrentando una acusación, por un delito de prisión preventiva oficiosa, o los que antes se consideraban graves, entonces, el ministerio público, para solicitar que sea puesto en prisión el acusado, debe demostrar de manera feaciente, entre otras cosas, que exista un riesgo justificado de que la persona se va a evadir de la justicia, vaya, que se va a pelar; o bien, que dejarlo en libertad significa un riesgo para los ofendidos, o para la investigación misma.

Desafortunadamente, muchos ministerios públicos, por falta de pericia, por demasía en su carga laboral, o incluso por indolencia, no preparan bien sus argumentos, o no los

acompañan de datos de prueba suficientes para demostrar la necesidad de la medida de prisión. Ante ello, el Juez se ve imposibilitado para mantener a los delincuentes en la carcel.

En otras palabras, el problema no es el sistema, el problema esta en la falta de capacidad de las fiscalías, para ejercer su función a la altura del nuevo paradigma Judicial en México.

Claro que estarás pensando que esa falta de habilidad de los ministerios públicos puede ser simplemente corrupción disfrazada de ineptitud, bueno, pues eso lo dejamos para otra ocasión!